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Semana 1 - Enero 2

Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él (Génesis 4:7)

Capítulo 3: Tentado por la serpiente

El puro deleite del Edén se rompió cuando Satanás, representado por la serpiente, cuestionó el mandato de Dios. Adán y Eva comieron tontamente del árbol prohibido, lo que resultó en la pérdida de la inocencia que una vez habían disfrutado.

La Biblia no sugiere de dónde vino, pero de repente una serpiente se deslizó hacia Eva y le susurró una pregunta al oído que iba a tener consecuencias duraderas. La serpiente a menudo se entiende como un símbolo del mal, o de Satanás (en hebreo para “acusador”), cuya ambición era destruir lo que Dios había creado. Su mismo movimiento ha llegado a personificar una naturaleza astuta.

Tentación

Al principio, la serpiente no atacó directamente a Dios. En contraste, las primeras palabras de Satanás a Eva tenían la intención de plantar una semilla de duda en su oído. “¿Dios realmente dijo: ‘No debes comer de ningún árbol en el jardín’?” (Génesis 3:1).

Génesis 3

Biblia Reina Valera 1960 Nueva Traducción Viviente
1 Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? 1 La serpiente era el más astuto de todos los animales salvajes que el Señor Dios había hecho. Cierto día le preguntó a la mujer: —¿De veras Dios les dijo que no deben comer del fruto de ninguno de los árboles del huerto?

Satanás sabía que había captado la atención de Eva cuando ella respondió con una versión ambigua del mandato de Dios: “Podemos comer del fruto del jardín, pero Dios dijo: ‘No debes comer del fruto del árbol que está en medio del jardín’” (Génesis 3:3).

Génesis 3

Biblia Reina Valera 1960 Nueva Traducción Viviente
2 Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; 2 —Claro que podemos comer del fruto de los árboles del huerto —contestó la mujer—.
3 pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis. 3 Es sólo del fruto del árbol que está en medio del huerto del que no se nos permite comer. Dios dijo: “No deben comerlo, ni siquiera tocarlo; si lo hacen, morirán”.

La serpiente se volvió más audaz, afirmando que Dios solo había ordenado a Adán y Eva que no comieran del árbol en el centro del jardín para poder mantener a los humanos en su lugar, como seres inferiores dependientes de él. Satanás dijo que comer el fruto prohibido no conduciría a la muerte, como Dios había afirmado, sino que simplemente los pondría al mismo nivel que Dios.

Génesis 3

Biblia Reina Valera 1960 Nueva Traducción Viviente
4 Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; 4 —¡No morirán! —respondió la serpiente a la mujer—.
5 sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal. 5 Dios sabe que, en cuanto coman del fruto, se les abrirán los ojos y serán como Dios, con el conocimiento del bien y del mal.

La combinación de las palabras persuasivas, la fruta de aspecto delicioso y la perspectiva de ser tan sabio como Dios resultó demasiado, y Eva le dio un mordisco. Aunque la serpiente le habló primero a Eva, Adán también fue cómplice. No se enfrentó a la serpiente ni impidió que Eva comiera la fruta, sino que desobedeció a Dios al darle un mordisco.

Génesis 3

Biblia Reina Valera 1960 Nueva Traducción Viviente
6 Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella. 6 La mujer quedó convencida. Vio que el árbol era hermoso y su fruto parecía delicioso, y quiso la sabiduría que le daría. Así que tomó del fruto y lo comió. Después le dio un poco a su esposo que estaba con ella, y él también comió.

La catástrofe les seguiría en todos los niveles, en su relación con Dios y entre ellos. Adán y Eva perdieron la inocencia desnuda de su relación, cubriéndose con hojas de higuera para ocultar su vergüenza. Esta vestimenta primitiva colocó una barrera pequeña pero significativa entre ellos.

Génesis 3

Biblia Reina Valera 1960 Nueva Traducción Viviente
7 Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales. 7 En ese momento, se les abrieron los ojos, y de pronto sintieron vergüenza por su desnudez. Entonces cosieron hojas de higuera para cubrirse.

La caída

Cuando Dios estaba caminando en el jardín más tarde ese día, Adán y Eva no se atrevieron a enfrentarlo. El miedo desplazó la amistad confiada que habían disfrutado con Dios.

Génesis 3

Biblia Reina Valera 1960 Nueva Traducción Viviente
8 Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto. 8 Cuando soplaba la brisa fresca de la tarde, el hombre y su esposa oyeron al Señor Dios caminando por el huerto. Así que se escondieron del Señor Dios entre los árboles.
9 Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú? 9 Entonces el Señor Dios llamó al hombre: —¿Dónde estás?

Cuando finalmente respondieron a su llamado, trataron de echarse la culpa por lo que había sucedido, primero unos a otros, luego a la serpiente, pero Dios repartió la culpa donde correspondía.

Génesis 3

Biblia Reina Valera 1960 Nueva Traducción Viviente
10 Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí. 10 El hombre contestó: —Te oí caminando por el huerto, así que me escondí. Tuve miedo porque estaba desnudo.
11 Y Dios le dijo: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol de que yo te mandé no comieses? 11 —¿Quién te dijo que estabas desnudo? —le preguntó el Señor Dios—. ¿Acaso has comido del fruto del árbol que te ordené que no comieras?
12 Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí. 12 El hombre contestó: —La mujer que tú me diste fue quien me dio del fruto, y yo lo comí.
13 Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y dijo la mujer: La serpiente me engañó, y comí. 13 Entonces el Señor Dios le preguntó a la mujer: —¿Qué has hecho? —La serpiente me engañó —contestó ella—. Por eso comí.

La serpiente fue maldecida y advertida de que los seres humanos le guardarían hostilidad a partir de ese momento. Dios dijo que aunque la serpiente -Satanás- causaría mucho daño en el mundo, en el futuro la descendencia de una mujer, quien los cristianos creen que es Jesús, lo aplastaría.

Génesis 3

Biblia Reina Valera 1960 Nueva Traducción Viviente
14 Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida. 14 Entonces el Señor Dios dijo a la serpiente: «Por lo que has hecho, eres maldita más que todos los animales, tanto domésticos como salvajes. Andarás sobre tu vientre, arrastrándote por el polvo durante toda tu vida.
15 Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar. 15 Y pondré hostilidad entre tú y la mujer, y entre tu descendencia y la descendencia de ella. Su descendiente te golpeará la cabeza, y tú le golpearás el talón».

Adán y Eva también fueron castigados por su desobediencia. Dios declaró que la mujer sufriría dolores en el parto, y que “Tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti” (Génesis 3:16).

Génesis 3

Biblia Reina Valera 1960 Nueva Traducción Viviente
16 A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti. 16 Luego le dijo a la mujer: «Haré más agudo el dolor de tu embarazo, y con dolor darás a luz. Y desearás controlar a tu marido, pero él gobernará sobre ti».

Entonces le dijo a Adán que encontraría la tierra maldita, produciendo espinas y cardos, y el trabajo que una vez había sido un deleite se convertiría en una tarea agotadora.

Génesis 3

Biblia Reina Valera 1960 Nueva Traducción Viviente
17 Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. 17 Y al hombre le dijo: «Dado que hiciste caso a tu esposa y comiste del fruto del árbol del que te ordené que no comieras, la tierra es maldita por tu culpa. Toda tu vida lucharás para poder vivir de ella.
18 Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo. 18 Te producirá espinos y cardos, aunque comerás de sus granos.
19 Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás. 19 Con el sudor de tu frente obtendrás alimento para comer hasta que vuelvas a la tierra de la que fuiste formado. Pues fuiste hecho del polvo, y al polvo volverás».
20 Y llamó Adán el nombre de su mujer, Eva, por cuanto ella era madre de todos los vivientes. 20 Después, el hombre —Adán— le puso a su esposa el nombre Eva, porque ella sería la madre de todos los que viven.

Génesis nos dice que Adán y Eva no murieron físicamente cuando comieron el fruto, como Dios les había advertido que lo harían. En cambio, murieron interiormente y ya no eran aptos para el paraíso del Edén. Fueron exiliados del jardín: extraños a Dios, unos a otros y al mundo sobre el cual habían sido creados para gobernar.

Génesis 3

Biblia Reina Valera 1960 Nueva Traducción Viviente
21 Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió. 21 Y el Señor Dios hizo ropa de pieles de animales para Adán y su esposa.
22 Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre. 22 Luego el Señor Dios dijo: «Miren, los seres humanos se han vuelto como nosotros, con conocimiento del bien y del mal. ¿Y qué ocurrirá si toman el fruto del árbol de la vida y lo comen? ¡Entonces vivirán para siempre!».
23 Y lo sacó Jehová del huerto del Edén, para que labrase la tierra de que fue tomado. 23 Así que el Señor Dios los expulsó del jardín de Edén y envió a Adán a cultivar la tierra de la cual él había sido formado.
24 Echó, pues, fuera al hombre, y puso al oriente del huerto de Edén querubines, y una espada encendida que se revolvía por todos lados, para guardar el camino del árbol de la vida. 24 Después de expulsarlos, el Señor Dios puso querubines poderosos al oriente del jardín de Edén; y colocó una espada de fuego ardiente —que destellaba al moverse de un lado a otro— a fin de custodiar el camino hacia el árbol de la vida.

Hechos: El árbol de la vida

La desobediencia de Adán y Eva a Dios al comer del fruto prohibido los llevó a ser desterrados del Edén, antes de que probaran el fruto de otro árbol, el Árbol de la Vida, que les ofrecería la vida eterna.

Símbolos: La fruta prohibida

La descripción del fruto prohibido como una manzana no viene del Génesis. La historia de la creación tiene similitudes con ejemplos de la mitología mesopotámica, por lo que la fruta podría haber sido una de las deliciosas variedades del Medio Oriente, como la granada.

Los artistas han pintado la fruta como una manzana a lo largo de los siglos, tal vez porque el latín malus significa tanto “manzana” como “maldad”, de donde se derivan las palabras en español “malicioso”, “maligno” y “malévolo”.

Personajes: Criaturas celestiales

Después del destierro de Adán y Eva, los querubines montaron una guardia a las puertas del Edén para evitar que regresaran. Estas misteriosas criaturas celestiales no son los bebés angelicales retratados en el arte, sino los soldados de Dios. El Arca de la Alianza estaba adornada con querubines de oro (Éxodo 25:18-22).

El profeta Ezequiel los describió como los servidores de Dios, cada uno con cuatro alas y cuatro caras: la de un hombre, un toro, un águila y un león (Ezequiel 1:4-24; 10-3-22). En la Biblia se mencionan otros seres celestiales, como los serafines alados (Isaías 6:1-7), y los ángeles que actúan como mensajeros de Dios, que se presentan de diversas formas.

Antes: Orígenes de satanás

En Génesis, Satanás aparece como una serpiente sin presentación, aunque se dan algunas pistas en otras partes de la Biblia.

El origen de Satanás no se explica claramente. No obstante, en Job se describe como un miembro caído de la corte celestial de Dios, quien trató de socavar a Dios (resulta importante mencionar que Job data del período en que se escribió Génesis). Otros versículos que apoyan esta visión se encuentran en Isaías 14:12-15 y Ezequiel 28:12-17.

Asimismo, Jesús dice que “vio a Satanás caer del cielo como un rayo” (Lucas 10:18). Una opinión minoritaria es que él era uno de los Nephilim, conocidos como “gigantes de la antigüedad” (Génesis 6: 4)1.

Después: La humanidad caída

Excluido del Edén, que ahora estaba custodiado por los querubines, el estatus de Adán y el de toda la humanidad había cambiado para siempre.

La imagen de Dios en Adán y sus descendientes fue estropeada por el pecado. La raza humana ahora estaba caída, como Pablo escribió en el Nuevo Testamento, “el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte” (Romanos 5:12).

El remedio para el fracaso de Adán residía en un segundo Adán, que no había pecado y en quien la imagen de Dios no se había manchado. Este Adán, que el Nuevo Testamento llama “el primogénito de toda creación” (Colosenses 1,15) sería Jesús, que puso a disposición de todos la gracia de Dios y ofreció a la humanidad un nuevo comienzo a través de su perfecta obediencia, tanto en la vida como en la muerte.

La caída y restauración

La decisión de Adán y Eva de desafiar el mandato de Dios no solo los afectó a ellos, sino a toda la humanidad. El resto de la Biblia ilustra las consecuencias de este primer pecado, conocido como “la Caída”, y el Nuevo Testamento explica el plan de Dios para redimir el pecado de la humanidad a través de su hijo Jesús, con el objetivo de restaurar su creación e imagen en el ser humano.

Adán y Eva fueron creados como seres humanos responsables, libres para tomar decisiones. Dios no los creó para seguir órdenes mecánicamente, lo que los habría hecho menos que humanos. Pero su libertad para elegir conllevaba un riesgo inherente, a saber, que pudieran tomar decisiones equivocadas.

El resultado de la acción de Adán y Eva no sería trivial ni temporal. Después que hubieron comido del árbol del conocimiento del bien y del mal, el juicio de Dios cayó sobre ellos, Adán y Eva fueron desterrados del Jardín de Edén.

Debido a las acciones de Adán y Eva, toda la humanidad cayó del estado de gracia -o perfección- en el que fueron creados. Su bondad original fue corrompida y la imagen de Dios fue estropeada. La “vida” de intimidad y amistad con Dios dio paso a la “muerte” del pecado y al temor y sospecha de Dios; incluso el medio ambiente de la tierra sufrió a causa del pecado de Adán.

Más tarde, las personas nacieron para pecar, y la historia bíblica brinda abundante evidencia de la propensión de la humanidad a pecar. Incluso el más piadoso y noble de los personajes -como Abraham, Moisés, David y Raúl- hicieron mal.

Sin embargo, Dios no dejó el pecado sin control, sino que proporcionó la Torá (“instrucciones” en hebreo) al pueblo de Israel. La Torá les brindó una forma de manejar el pecado en su comunidad, para que no los destruyera.

No obstante, a Dios también le preocupaba la restauración de la humanidad, no solo la restricción del pecado. Finalmente, la Ley resultaría insuficiente para cualquiera de los propósitos, por lo que Dios proporcionó otra respuesta a través de su hijo, Jesús.

Adán y Eva tuvieron que vivir con las consecuencias de sus acciones, y el pecado continuó plagando a su familia. Sin embargo, en el Nuevo Testamento, Pablo escribió que aunque toda la humanidad cayó por el pecado de Adán, un segundo Adán podría ser el medio para la restauración de la humanidad (Romanos 5:12-19).

Este segundo hombre necesitaba, como los primeros, ser hecho a la imagen de Dios y enfrentar la tentación, pero, a diferencia del primero, vivir una vida sin pecado. Jesús vivió sin pecado y no mereció morir, pero pagó la deuda de la humanidad muriendo como sacrificio. Los que habían caído en él podrían ser restaurados al favor de Dios, y podría comenzar una nueva humanidad.

Capítulo 4: Caín y Abel

El pecado continuó en la generación posterior a Adán y Eva, cuando Caín asesinó a su hermano Abel e invocó el juicio de Dios. Pero Dios no se había retirado de la creación y todavía era responsable de dar y preservar la vida.

Después de su expulsión ​​del Jardín del Edén, Adán y Eva formaron una familia. Eva reconoció la ayuda de Dios en esto “Por voluntad de Jehová he adquirido varón.” (Génesis 4:1).

Génesis 4

Biblia Reina Valera 1960 Nueva Traducción Viviente
1 Conoció Adán a su mujer Eva, la cual concibió y dio a luz a Caín, y dijo: Por voluntad de Jehová he adquirido varón. 1 Ahora bien, Adán tuvo relaciones sexuales con su esposa, Eva, y ella quedó embarazada. Cuando dio a luz a Caín, dijo: «¡Con la ayuda del Señor, he tenido un varón!».

De tal palo tal astilla

Adán y Eva llamaron a su primer hijo Caín, una palabra similar al hebreo para “dar a luz” o “adquirido”, haciéndose eco de la declaración anterior de Eva. Caín sembró cultivos, mientras que su próximo hijo, Abel, cuidó animales. Los dos también eran diferentes entre sí en carácter.

Los hermanos trajeron ofrendas a Dios de sus trabajos. Caín trajo algunos “frutos de la tierra” (Génesis 4:3) y Abel trajo “porciones gordas” (la parte más selecta) de los primogénitos de su rebaño. Dios aceptó la ofrenda de Abel, pero rechazó la de Caín.

Génesis 4

Biblia Reina Valera 1960 Nueva Traducción Viviente
2 Después dio a luz a su hermano Abel. Y Abel fue pastor de ovejas, y Caín fue labrador de la tierra. 2 Tiempo después, dio a luz al hermano de Caín y le puso por nombre Abel. Cuando crecieron, Abel se hizo pastor de ovejas, mientras que Caín se dedicó a cultivar la tierra.
3 Y aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová. 3 Al llegar el tiempo de la cosecha, Caín presentó algunos de sus cultivos como ofrenda para el Señor.
4 Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda; 4 Abel también presentó una ofrenda: lo mejor de las primeras crías de los corderos de su rebaño. El Señor aceptó a Abel y a su ofrenda,
5 pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya. Y se ensañó Caín en gran manera, y decayó su semblante. 5 pero no aceptó a Caín ni a su ofrenda. Esto hizo que Caín se enojara mucho, y se veía decaído.

Caín caviló sobre esto y se enojó y se deprimió. Dios le advirtió que a menos que dominara sus emociones, resultarían destructivas y pecaminosas. Al igual que con sus padres, el deseo indisciplinado de Caín resultó tener consecuencias catastróficas. Ignorando la advertencia de Dios, Caín conspiró contra su hermano, lo atrajo a un campo y lo asesinó allí.

Génesis 4

Biblia Reina Valera 1960 Nueva Traducción Viviente
6 Entonces Jehová dijo a Caín: ¿Por qué te has ensañado, y por qué ha decaído tu semblante? 6 «¿Por qué estás tan enojado? —preguntó el Señor a Caín—. ¿Por qué te ves tan decaído?
7 Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él. 7 Serás aceptado si haces lo correcto, pero si te niegas a hacer lo correcto, entonces, ¡ten cuidado! El pecado está a la puerta, al acecho y ansioso por controlarte; pero tú debes dominarlo y ser su amo».
8 Y dijo Caín a su hermano Abel: Salgamos al campo. Y aconteció que estando ellos en el campo, Caín se levantó contra su hermano Abel, y lo mató. 8 Cierto día Caín dijo a su hermano: «Salgamos al campo».* Mientras estaban en el campo, Caín atacó a su hermano Abel y lo mató.

Caín maldito

Cuando Dios le preguntó a Caín sobre el paradero de su hermano, respondió enojado: “No sé… ¿soy yo el guardián de mi hermano?” (Génesis 4:9). Dios sabía lo que había hecho Caín, y le dijo a Caín que podía oír la sangre de Abel clamándole desde el suelo. Puso a Caín bajo una maldición: ya que la tierra había recibido la sangre de Abel de las manos de Caín, ya no daría sus cosechas a esas mismas manos. En cambio, Caín se convertiría en un nómada, “un vagabundo inquieto sobre la tierra” (Génesis 4:12).

Génesis 4

Biblia Reina Valera 1960 Nueva Traducción Viviente
9 Y Jehová dijo a Caín: ¿Dónde está Abel tu hermano? Y él respondió: No sé. ¿Soy yo acaso guarda de mi hermano? 9 Luego el Señor le preguntó a Caín: —¿Dónde está tu hermano? ¿Dónde está Abel? —No lo sé —contestó Caín—. ¿Acaso soy yo el guardián de mi hermano?
10 Y él le dijo: ¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra. 10 Pero el Señor le dijo: —¿Qué has hecho? ¡Escucha! ¡La sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra!
11 Ahora, pues, maldito seas tú de la tierra, que abrió su boca para recibir de tu mano la sangre de tu hermano. 11 Ahora eres maldito y serás expulsado de la tierra que se ha tragado la sangre de tu hermano.
12 Cuando labres la tierra, no te volverá a dar su fuerza; errante y extranjero serás en la tierra. 12 La tierra ya no te dará buenas cosechas, ¡por mucho que la trabajes! De ahora en adelante, serás un vagabundo sin hogar sobre la tierra.

Dios se dio cuenta de que otros podrían tomar la ley en sus propias manos y matar a Caín, por lo que prometió vengarse siete veces de cualquiera que lo matara, y le puso una marca. Caín luego partió hacia la tierra de Nod, “al este del Edén” (Génesis 4: 16).

Génesis 4

Biblia Reina Valera 1960 Nueva Traducción Viviente
13 Y dijo Caín a Jehová: Grande es mi castigo para ser soportado. 13 Caín respondió al Señor: —¡Mi castigo es demasiado grande para soportarlo!
14 He aquí me echas hoy de la tierra, y de tu presencia me esconderé, y seré errante y extranjero en la tierra; y sucederá que cualquiera que me hallare, me matará. 14 Me has expulsado de la tierra y de tu presencia; me has hecho un vagabundo sin hogar. ¡Cualquiera que me encuentre me matará!
15 Y le respondió Jehová: Ciertamente cualquiera que matare a Caín, siete veces será castigado. Entonces Jehová puso señal en Caín, para que no lo matase cualquiera que le hallara. 15 El Señor respondió: —No, porque yo castigaré siete veces a cualquiera que te mate. Entonces el Señor le puso una marca a Caín como advertencia para cualquiera que intentara matarlo.
16 Salió, pues, Caín de delante de Jehová, y habitó en tierra de Nod, al oriente de Edén. 16 Luego, Caín salió de la presencia del Señor y se estableció en la tierra de Nod, al oriente de Edén.

Después de esto, Caín se casó y tuvo un hijo, Enoc. Luego comenzó a “construir una ciudad” (Génesis 4: 17) -la primera mención de una ciudad en la Biblia- una comunidad organizada de viviendas permanentes en lugar de los arreglos menos formales de la vida nómada.

Génesis 4

Biblia Reina Valera 1960 Nueva Traducción Viviente
17 Y conoció Caín a su mujer, la cual concibió y dio a luz a Enoc; y edificó una ciudad, y llamó el nombre de la ciudad del nombre de su hijo, Enoc. 17 Caín tuvo relaciones sexuales con su esposa, y ella quedó embarazada y dio a luz a Enoc. Luego Caín fundó una ciudad, que llevaba el nombre de su hijo Enoc.
18 Y a Enoc le nació Irad, e Irad engendró a Mehujael, y Mehujael engendró a Metusael, y Metusael engendró a Lamec. 18 Enoc tuvo un hijo llamado Irad, Irad fue el padre de* Mehujael. Mehujael fue el padre de Metusael, Metusael fue el padre de Lamec.
19 Y Lamec tomó para sí dos mujeres; el nombre de la una fue Ada, y el nombre de la otra, Zila. 19 Lamec se casó con dos mujeres. La primera se llamaba Ada y la segunda, Zila.

La Biblia dice que la sexta generación de la familia de Caín fue responsable del progreso en varios campos:

  • Jabal fue el fundador de los habitantes de las tiendas y los pastores.
  • Jubal (hermano de Jabal) “fue el padre de todos los que tocan instrumentos de cuerda y flautas” (Génesis 4: 21).
  • Tubal-Cain (hermanastro de Jabal y Jubal) “forjó todo tipo de herramientas de bronce y hierro” (Génesis 4: 22).

Génesis 4

Biblia Reina Valera 1960 Nueva Traducción Viviente
20 Y Ada dio a luz a Jabal, el cual fue padre de los que habitan en tiendas y crían ganados. 20 Ada dio a luz a Jabal, quien fue el primero de los que crían animales y viven en carpas de campaña.
21 Y el nombre de su hermano fue Jubal, el cual fue padre de todos los que tocan arpa y flauta. 21 El nombre de su hermano fue Jubal, el primero de todos los que tocan el arpa y la flauta.
22 Y Zila también dio a luz a Tubal-caín, artífice de toda obra de bronce y de hierro; y la hermana de Tubal-caín fue Naama. 22 La otra esposa de Lamec, Zila, dio a luz un hijo llamado Tubal-caín, el cual se hizo experto en forjar herramientas de bronce y de hierro. Tubal-caín tuvo una hermana llamada Naama.
23 Y dijo Lamec a sus mujeres: Ada y Zila, oíd mi voz; Mujeres de Lamec, escuchad mi dicho: Que un varón mataré por mi herida, y un joven por mi golpe. 23 Cierto día Lamec dijo a sus esposas: «Ada y Zila, oigan mi voz; escúchenme, esposas de Lamec. Maté a un hombre que me atacó, a un joven que me hirió.
24 Si siete veces será vengado Caín, Lamec en verdad setenta veces siete lo será. 24 Si se castiga siete veces a quien mate a Caín, ¡el que me mate a mí será castigado setenta y siete veces!».
25 Y conoció de nuevo Adán a su mujer, la cual dio a luz un hijo, y llamó su nombre Set: Porque Dios (dijo ella) me ha sustituido otro hijo en lugar de Abel, a quien mató Caín. 25 Adán volvió a tener relaciones sexuales con su esposa, y ella dio a luz otro hijo, al cual llamó Set, porque dijo: «Dios me ha concedido otro hijo en lugar de Abel, a quien Caín mató».
26 Y a Set también le nació un hijo, y llamó su nombre Enós. Entonces los hombres comenzaron a invocar el nombre de Jehová. 26 Cuando Set creció, tuvo un hijo y lo llamó Enós. Fue en aquel tiempo que la gente por primera vez comenzó a adorar al Señor usando su nombre.

Análisis: La santidad de la vida

El asesinato es quitar la vida humana y, en términos bíblicos, un asesino usurpa la autoridad de Dios para otorgar y acabar con la vida. El castigo de Caín por este crimen fue severo. Dios lo puso bajo una maldición, pero fue templada con misericordia porque Caín también experimentó la protección de Dios. De esta manera, Dios procuró evitar un ciclo de violencia y represalias.

En Israel, “cualquiera que quitare la vida a un ser humano, será condenado a muerte” (Levítico 24:17), aunque se designaron lugares de refugio para cualquiera “que matara por accidente y sin intención” (Josué 20-3).

Antes: Ropa y niños

Después de expulsar a Adán y Eva del Jardín del Edén, Dios continuó cuidándolos.

A pesar de su juicio sobre ellos, obligando a Adán a trabajar la tierra, Dios continuó proveyendo tanto a Adán como a Eva, como se ve en el reemplazo de sus hojas de higuera con “vestiduras de piel” (Génesis 3:21).

El papel de Eva como “madre de todos los vivientes” (Génesis 3:20) no había cambiado. Ella tuvo varios hijos.

Después: El comienzo de la oración y el regreso del pecado

Después del destierro de Caín de la presencia de Dios, la humanidad se desvió de la fidelidad a la desobediencia pecaminosa.

Otro hijo, Set (que significa “concedido”), nació de Adán y Eva. Las bendiciones y las luchas experimentadas en la vida hicieron que la humanidad comenzara a orar y buscar la ayuda de Dios: “En ese momento la gente comenzó a invocar el nombre del SEÑOR” (Génesis 4:23).

A pesar de los logros de los descendientes de Caín, el pecado persistió. Cinco generaciones después, Lamec cometió el segundo asesinato (Génesis 4:26), aunque la Biblia no revela la identidad de la víctima.


  1. Una legendaria raza de gigantes híbridos surgidos como resultado de la unión antinatural entre ángeles malvados (demonios) y mujeres humanas, los cuales habrían existido en la época de los patriarcas Enoc y Noé (Génesis 6:1-4). Posteriormente, dichos gigantes se habrían extinguido durante el diluvio universal. ↩︎